Ruta de Experiencia de Integración a la Vida Estudiantil

3 mayo, 2022

Comité Experiencia Estudiantil 3er Congreso EDUTIC Online 2022
Autores:
Andrea Parra V.; Isabel Carrizo; Marcelo Andrés Sáenz Correa; Saúl Antonio Reyes Arias
Fecha: 14 marzo 2022

Resumen

En el siguiente documento abordaremos la importancia del uso apropiado del conocimiento sobre los estudiantes y sus vidas (académica y no académica) para poder acompañarlos a desarrollar competencias necesarias para la vida universitaria. La creación de vínculos y la generación de espacios de reflexión se ha vuelto indispensable, y en ello, la tecnología será nuestra mayor aliada al momento de poder identificar características similares en grupos desertores y que nos permitan activar acciones para evitarlo.

El éxito de las Instituciones de Educación Superior (IES) radica en el éxito del graduado y su rápida inserción laboral, resonando en soluciones para la sociedad. Cada ingresante trae consigo este desafío y somos absolutamente responsables de ayudarlos a que lleguen a sus metas profesionales.

Palabras Clave

Deserción estudiantil, competencias para ser universitario, comunicación, espacios de reflexión, creación de vínculos, avance académico, indicadores socioculturales, transferencia de conocimiento.

1. Introducción

En las últimas décadas, se han generado relevantes cambios culturales en la sociedad evidenciados en progresivas modificaciones de costumbres y preferencias asociadas al vertiginoso desarrollo tecnológico con su cara más visible en la informática y las telecomunicaciones. La masificación del Internet y el uso de plataformas digitales, la disminución de precios de los dispositivos y la mayor alfabetización digital (Camelo, 2021) ha sido una combinación que ha favorecido a la industria de los contenidos y de los servicios, permitiendo la emergencia de innovadoras propuestas que han impactado de tal forma nuestras costumbres que han terminado por introducir cambios culturales en la sociedad.

El uso de aplicaciones de georreferenciación y optimización de recorridos evitan la consulta de mapas físicos. Traductores en línea tan avanzados como un traductor humano, dejan atrás los primeros y bochornosos intentos de comunicarse en un idioma distinto al nativo. Plataformas de compra online permiten acceder a industrias de todo el mundo poniendo al alcance objetos desde latitudes lejanas. La medición de indicadores biométricos, el conteo de pasos y de calorías permiten tener mayor conocimiento y control de la propia salud. La oportunidad cierta de publicar fotos, videos, relatos, vivencias u opiniones, entre otros desarrollos que han cambiado la forma de relacionarnos, nos convierten en reales prosumidores -consumidores a la vez que productores-, concepto ya anunciado en 1980 por Toffler en “The Third Wave”.

La generación y masificación de todos estos sistemas permiten acceder a gran número de datos debido a las transacciones que se registran en los distintos servicios que utilizamos.  Esto nos brinda la posibilidad de transformar en información y conocimiento los datos disponibles y promover la toma de decisión basada en evidencia. 

Si bien en el área de educación, ya existían datos disponibles y plataformas donde se registraban las interacciones, evaluaciones, asistencia, entre otras, no fue sino hasta la irrupción de la pandemia que se volvió imprescindible para todas o la mayoría de las instituciones aprovechar estos recursos para la toma informada de decisiones, más aun cuando debemos optimizar las gestiones y vincularnos de manera hibrida con nuestros estudiantes, de acuerdo a la multiplicidad de perfiles y de necesidades. 

En ese sentido, un factor que genera mayor complejidad al escenario actual es la heterogeneidad del estudiantado, en la que los estudiantes tradicionales -de mayores recursos, con familias que ya han cursado estudios superiores y de alto rendimiento académico- han dado lugar a un nuevo tipo de estudiantado provenientes de sectores sociales históricamente excluidos, que proceden de niveles económicos más desfavorecidos y que tienden a ser el primer miembro de su familia que ingresa a la Educación Superior (Lizama & Gil, 2018). Y que, incluso, ya no provienen directamente de la educación secundaria sino que ya son parte de la fuerza laboral y que se suman a estudios superiores para mejorar sus condiciones de trabajo o concretar más tardíamente sus sueños de vida.

Este tipo de estudiantes entrega mayor mixtura a las instituciones, sin embargo, nos enfrenta a importantes desafíos, entre ellos la generación de mecanismos para favorecer su integración, engagament o compromisos o involucramiento (Aspeé et al, Aspeé, González y Cavieres-Fernández, 2018) y generar estrategias para favorecer su progresión académica. 

Las instituciones de Educación Superior han identificado esta situación y han respondido, en la manera de lo posible, a las necesidades que impone este nuevo escenario. Si bien no todas las instituciones han podido responder de la misma manera debido a diferencias de infraestructura, capacidades digitales y recursos disponibles, se identifica que la calidad no depende solo de los medios disponibles, sino que de su uso y de las metodologías empleadas.

Un hito que ha sido considerado relevante para el éxito estudiantil es la integración y acompañamiento de los estudiantes, comenzando por la bienvenida e inducción a la vida en educación superior. Dada la diversidad de estudiantes que reciben las casas de estudio y la escasa calidad de la preparación a la que han accedido previamente, se hace relevante entregarles herramientas que comiencen por entregarles una afectuosa bienvenida e inducción a la institución, a las claves propias de la educación superior, a la carrera de estudio y el formato escogido para llevarla. Pero, además, se requerirá acciones que les integren realmente y acompañen durante todo su proceso formativo. Así, estrategias de integración y acompañamiento claras son necesarias. Y para ellas, el uso de información debidamente procesada, analizada y puesta al servicio del diseño de estrategias se torna relevante, para focalizar el trabajo. 

En el presente documento  se trabajará en la ruta de experiencia de integración a la vida estudiantil: Bienvenida al ingreso, acompañamiento y asesoría durante su ruta formativa y servicios para el aprendizaje a lo largo de la vida.

Ruta de experiencia de integración a la vida estudiantil

Es tema conocido por todas las instituciones de educación superior la importancia de las emociones de los estudiantes al ingresar a ellas. El alumno se siente ansioso, temeroso, con un mundo de información que no sabe como abordarlo.

Cada día el estudiante se preguntará si se queda o se va, ya que en general todos nuestros sistemas son expulsivos por no ser sistemas personalizados.

Uno de los principales motivos de desgranamiento es la brecha que existe entre lo que alumno imaginó que iba a recibir y lo que recibe, lo que imaginó que sería su carrera y lo que recibe en su primer semestre, lo que imaginó que sería ser profesional y en que trabajaría y lo que a medida que avanza se va aclarando con los comentarios de profesores o docentes y autoridades. 

El éxito de una institución de educación superior, ya sea universidad, instituto u otra, es tener altas tasas de graduación y de inserción laboral en un mercado exigente hoy, con nuevas competencias para el desarrollo profesional. Sin embargo, se gradúan entre un 35% y un 45% de los estudiantes que ingresan y el mayor desgranamiento se da en el primer año, más precisamente en el primer semestre de cursada, tiempo donde todo es mayormente desconocido. 

Proceso de Matriculación: ¿El estudiante acaba de ingresar y quién lo recibe? ¿Qué tipo de tecnología existe en las IES que permita atender un recién matriculado, desarrollar un proceso de inducción, darle la bienvenida y comenzar a transitar un camino de reconocimiento mutuo. No solo el estudiante debe conocer los valores institucionales, sus áreas, sus servicios, su tecnología, su reglamentaciones, sino que las IES deben conocer al estudiante a través de sus características principales pero también a través de su historia y esto requiere diseñar un modelo de bienvenida que vincule y signifique un encuentro.

Proceso de cursada: La experienciadel estudiante en sus primeras asignaturas serán decisora para la permanencia de este. Esto nos motiva a pensar que los docentes de las materias de primer semestre en la institución deben ser profesores que logren la atención de sus alumnos, los apasionen, los acompañen a crear, a debatir, a aprender desde el disenso, a fundamentar el pensamiento crítico, a darle sentido a la carrera elegida y el esfuerzo que ello conlleva. El docente que los inicie tiene por sobre todo un objetivo fundamental que el alumno aprenda a aprender y ame aprender, para lo cual debe poder expresar sus ideas, interpretar las consignas, planificar sus tiempos, realizar trabajos colaborativos y comenzar desde el primer día a desarrollar competencias requeridas en la actualidad en el mercado laboral. La experiencia de las primeras asignaturas del estudiante y su avance académico serán motivantes para la permanencia y que en el debate interior respecto a si se queda o se va, se incline hacía la continuidad. Formar al profesional que va a insertarse en la sociedad es un proceso que comienza el primer día y continúa para siempre. La continuidad de la carrera cursada significará que el estudiante continúe profundizando sus vínculos institucionales con pares, profesores, director de carrera, personal de servicio al alumno y sobre todo que reciba el servicio educativo y administrativo que está al alcance de sus expectativas. 

Proceso de Graduación: ¿Cuántos alumnos finalizan su cursada y no llegan a graduarse?  La etapa final significa para el estudiante enfrentarse con el mundo laboral y poder medirse en sus capacidades para afrontar un nuevo camino. Es fundamental acompañarlos en este proceso. Diseñar estrategias de acompañamiento para que finalicen sus carreras es la última etapa en la que el alumno no debe quedar solo sino por el contrario la vinculación es prácticamente de profesional a profesional. Además  la responsabilidad de las instituciones no culmina hasta que el estudiante se inserta en el mundo del trabajo. Debemos además medir que tan certera es la formación entregada para que el profesional graduado tenga las competencias para un buen desarrollo personal. Las IES se comprometen en ello cuando reciben por primera vez a un alumno, y el proceso de aprendizaje que debe hacer la institución es a partir de sus profesionales y del mercado.

Finalmente existirá una necesidad de actualización de conocimientos y profundización del perfil profesional con lo cual el estudiante graduado podría optar por una continuidad de estudios. La característica de este nuevo estudiante es muy diferente al que ingresa por primera vez a una institución, por lo tanto, el acompañamiento, el servicio que se le brinda tanto educativo como administrativo, difieren del anterior y el vínculo que se logra es diferente. Sin duda que un egresado vuelva a elegir su universidad para continuar su profesionalización nos debe comprometer a un proceso de calidad 360 que supere las expectativas del estudiante.

2. Planteamiento de los Desafíos

El desafío al  que se enfrentan la Instituciones luego de dos años de pandemia, y la aceleración de la transformación digital en las vidas de las personas, es definir cómo lograr a través de la tecnología un acercamiento, la creación de vínculos, poder centrarse en el estudiante y no en lo que creemos que el estudiante necesita o en lo que diseñamos para él. Es el alumno el protagonista de todo el accionar de las Instituciones y no puede estar ajeno a lo que planificamos para él. Nuestra agenda nos desafía a poner en primer lugar la alta deserción estudiantil, descubrir los motivos y encontrar los caminos de que debemos hacer para asegurar la permanencia de los estudiantes a lo largo de toda su vida académica. La incertidumbre del estudiante actual es muy diferente al de hace 5 años, el aislamiento y el aprender a movernos en un mundo digital agrega variables que impactan fuertemente en los estudiantes. Tenemos alumnos que manifiestan ansiedades y temores más acentuados, el desafío de ser estudiante de educación superior nos desafía a empoderarlos, confiando en sí mismos, a reconocerlos, a enseñar aprendiendo de los errores y no que el error se castigue, sino que abra la oportunidad para un mayor aprendizaje.

Otro desafío muy significativo es: Comunicarnos apropiadamente con los nuevos estudiantes en el contexto situado, abrir nuestra mente, la escucha y porque no el corazón para recibir al alumno desde lo humano.  Pareciera que la situación actual nos invita a la reflexión para resolver problemáticas que siempre han estado presentes, y hoy las vemos  de manera aumentada, donde la tecnología será una aliada como herramienta  de conocer mejor los estudiantes, poder detectar desgranamiento temprano, tener medios amigables para interactuar, incorporar simuladores que permitan aprender del error, en fin sin dudas los ecosistemas tecnológicos nos colaboran a un nuevo modelo de enseñanza y de gestión operativa, pero nada tiene sentido sin el vínculo Institución/Alumno que logre sostener en los nuevos modelos a los estudiantes hasta la graduación. El desafío de un nuevo proceso de comunicación debe estar en nuestra agenda sabiendo que cada vez más podemos bucear con el mundo de la transformación digital de manera solitaria, sin embargo, posiblemente se sostengan mejor los que van acompañados.

3. Conclusiones

Definitivamente, un elemento importante en cualquier relacionamiento lo determinan en gran manera, el primer contacto con el estudiante. Al facillitarle las cosas con servicios y productos sencillos y de fácil uso, teniendo en cuenta la interacciones digital o físicos, el acompañamiento y soporte en línea, permitirán al estudiante iniciar un proceso de aprendizaje sin temores ni miendos a algunas barreras que generalmente se crean. Sin duda será una variable e indicador que debe estar permanente monitoreada en las estrategias de permanencia y graduación estudiantil.

Es fundamental que las instituciones de educación superior establezcan estrategias y mecanismos de acompañamiento de los estudiantes que les entreguen una bienvenida e inducción a la vez que logren una plena integración e involucramiento durante todo el proceso formativo.

Referencias

Trabajo experiencial de Inserción a la Vida Universitaria 2021 – Universidad Argentina Jhon F. Kennedy: Encuestas de satisfacción de ingresantes 2021 que transitaron la Inserción a la Vida Universitaria. Análisis de relación de éxito académico con alumnos que transitaron la Inserción a la vida universitaria. Encuestas de satisfacción a docentes que dictaron la Inserción a la Vida Universitaria

Aspeé, J., González, J.& Cavieres-Fernández, E. (2018). Student Engagement in Higher Education as a Complex Agency. Formación universitaria, 11(4), 95-108. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-50062018000400095

Camelo, O. (2021). La alfabetización digital o el aprendizaje del lenguaje digital: Revisión conceptual y propuesta metodológica a partir de una experiencia de responsabilidad social universitaria en Bogotá. Transdigital, 2(4).https://www.revistatransdigital.org/index.php/transdigital/article/view/59

Lizama, O. & Gil, F. (2018). La experiencia de la inclusión en la educación superior en Chile. Santiago: Editorial USACH.

Singer,V., García, C. , Strasser, K., Farías, J. &  Cabezas, M. (2019). Cuadernos de Investigación Aseguramiento de la Calidad en Educación Superior n°16. Santiago, CNA-Chile.