Hoy la tecnología ha generado un avance disruptivo, del cual no podemos escapar, la pregunta es ¿Debemos escapar? o sería mejor tener la visión de saber ¿cómo sacarle el máximo provecho como institución educacional?. Por otro lado, es necesario acomodar la educación para enseñar como adaptarse al cambio que se ha producido, por lo que aparece otras preguntas, ¿Estamos enseñando lo necesario? y si lo estamos haciendo, ¿Está nuestra institución acorde con lo que enseñamos?. Son interrogantes que debemos resolver para el entorno de hoy, conocido como VUCA (Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo), que nos exige cambiar los modos y las formas que nos comunicamos, romper los métodos tradicionales con los que queremos encontrar viejas respuestas a contextos que exigen nuevas preguntas.
Lo importante es saber que efectos tiene si no cumplimos con algunas de estas preguntas, ¿Somos consecuentes?. Debemos satisfacer expectativas con los estudiantes y la sociedad, tener integridad en lo que somos y lo que enseñamos, es por eso, que se debe buscar la forma de generar esta coherencia de lo que se hace, “partiendo por casa”.
El mundo actual ha exigido, incluso cambiar los hábitos, tenemos que desaprender para aprender y reaprender, tenemos que dejar el individualismo para dar paso a la co-creación, tenemos que acelerar las interacciones y tener como pilar fundamental la comunicación, que nos permita lograr feedback, retrolimentación y seguridad sicológica.
Es interesante lo que se produjo con la pandemia, de la cual debemos sacar las mejores enseñanzas, ya que nos mostró que somos capaces de hacer cambios frente a lo disruptivo y exponencial, la urgencia lo permitió, por lo cual si se tiene una buena planificación, aplicando la gestión del cambio y trabajando con las personas, bajo organizaciones y culturas ágiles podemos hacer mucho.
Dado esta realidad, tenemos que tomar acciones y comenzar por la “casa”, debemos afrontar todo lo mencionado, como una transformación digital y sin dejar de lado lo que trae detrás, que es la transformación cultural, la que incorpora la gestión del cambio. No es fácil, pero se puede lograr, buscando ser una organización ágil, es decir flexible al cambio, preocupada por las personas, lo cual es clave para tener éxito y con una visión clara, la que deben tener los líderes, que tengan la capacidad para pararse y observar lo que pasa alrededor, que les de claridad para ir moviendo la transformación.
Y en paralelo para poder avanzar es relevante comenzar a trabajar los planes de estudio y visualizar que es lo que debemos cambiar en la enseñanza para que las carreras incluya esta transformación, la agilidad, el cambio y lo que el entorno exige. Debemos preparar a los estudiante a este reto del mundo de hoy y en el cual nacieron.
Trabajemos la forma de ser consecuentes.
